Cuba, años noventa. El Período Especial ha sumido a la isla en un silencio polvoriento donde las guaguas ya no pasan y el hambre aprieta. En este escenario de colapso, un joven ingeniero recién graduado se enfrenta a una realidad brutal: su título universitario no vale nada y la única escuela que importa es la de la calle. Para sobrevivir, debe aprender a “resolver”, a “matar la jugada”, a moverse en un mundo donde la astucia vale más que el conocimiento.
Su corazón, mientras tanto, late al ritmo de dos mundos y dos mujeres que lo definen. Por un lado, está Nagdi, la novia cubana, una mulata de fuego cuya piel conoce de memoria. Con ella comparte la lucha diaria, la pasión carnal y unos celos tan feroces como el sol de Santiago. Por otro lado, aparece Nicole, una turista francesa que representa un soplo de aire fresco, una promesa de otro mundo, un amor romántico y una vía de escape que nunca creyó posible.
Entre las colas del tren, los viajes colgado de un camión y las noches en vela en una beca universitaria, el narrador nos sumerge en una lucha constante. La lucha por un plato de comida, por un pasaje para ver a la mujer que ama, por un dólar que le permita sentirse dueño de su propio destino y, sobre todo, la lucha interna entre el hombre que fue educado para ser y el hombre en que debe convertirse para no hundirse.
“El Ingeniero de la Calle” es una historia real, cruda y sin adornos sobre la juventud, el amor y la resiliencia en uno de los momentos más duros y fascinantes de la historia de Cuba. Un testimonio inolvidable que te atrapará desde la primera página y te mostrará el verdadero significado de sobrevivir cuando todo a tu alrededor se desmorona.
